Pegaso era un caballo con alas. Nació de Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza.
Al nacer, de una coz rompió una roca donde surgió una fuente que inspiraba a los dioses y por eso lo protegieron.
Los hombres quisieron poseerlo ya que era un caballo mágico.
Pegaso se quedó a vivir en el monte Olimpo ayudando a Zeus a llevar sus rayos. En agradecimiento el dios griego lo convirtió en una constelación y todas las noches nos mira desde el cielo.
Rubén Culebras
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